Parece mentira como en el día a día nos
encontramos con cosas que no nos cuadra, ya sea por sentido común o ya sea porque
conocemos la Ley
y vemos como se inflinge, sin querer, pero se inflinge.
Este caso que os voy a explicar ha ocurrido
mientras mi mujer y yo estábamos viendo colegios para elegir donde irá nuestra
hija el año que viene. Que uno no sabe
la responsabilidad que es, hasta que no se mete, ya que depende de esa decisión
gran parte de la educación de tus hijos, donde van a estar un montón de años, y
deseas de todo corazón acertar con el centro elegido.
Volviendo al tema, estábamos viendo una de
las clases y mi mujer se percató de una cosa pero no dijo nada, esperó a que todos
los padres saliéramos de la clase, y fue entonces cuando me hizo volver otra
vez al aula. Y allí estaba, en la mesa
de la profesora, un folio enganchado a la mesa, plastificado con las fotos de
dos niños y una descripción de todas las enfermedades que tenían y como actuar
sobre ellas, así que nos enteramos que tenían asma, episodios de epilepsia, …. Mi mujer horrorizada me comentó si eso era
normal, ya que si nosotros lo hemos visto, ¿Cuántas mas personas ajenas al
colegio y sin autorización las vería? Pues no, normal no es, ya sea por
coherencia, ya sea por sentido común, ya sea porque hay una Ley que dice que ese
tipo de información tiene que estar en un lugar muy, pero que muy seguro y solo
las personas autorizadas pueden verlo y consultarlo.
Lo chocante de todo esto es como hay personas
que eso lo ven normal y entonces es cuando me reafirmo en mi compromiso de
informar sobre la Protección
de Datos a esas personas que la desconocen y así poner un poco mas de cordura
en todo esto.
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