Mi abuelo que era muy refranero
siempre me decía: “En casa del herrero,
cuchillo de palo”, y esto viene al caso porque también a las personas que
nos dedicamos a esto de la Protección de Datos, nos llaman a casa a cualquier
hora para intentar vendernos algo. Pero
dejarme compartir con vosotros mi experiencia personal con una de estas
compañías para que no perdáis la esperanza que se puede vencer al Spam
Telefónico.
Mi experiencia es con al compañía
Jazztel, que como he comentado antes nos llamaban a casa a cualquier hora del
día e incluso de la noche; en un día podían llamarnos hasta en tres ocasiones,
en fin, creo que sabéis a ciencia cierta lo que esto supone. Al intentar ejercer mis derechos, siempre me
colgaban, cuando les pedía como habían obtenido mis datos (ya que nunca he sido
clientes de ellos) me decían que gracias a las Páginas Blancas de Telefónica, y
cuando les decía que yo no aparecía, me colgaban. Cuándo hablaba con algún superior para poder
ampararme en la Ley
Orgánica de la
Protección de Datos, este me decía que eso de la Protección de Datos no
existía, que era una cosa que se había “inventado”, y que realmente no
funcionaba y luego me colgaba. Así que
la sensación de impotencia corría por mis venas, pero quien la sigue la
consigue, y un día cuando me llamaron, después de volver a insistir sobre mis
derechos, me dieron el teléfono para poderlos ejercer. Este teléfono es el: 900809400, os lo doy por
si lo necesitáis. La persona que me
atendió fue muy amable conmigo y poco después recibí mediante correo
certificado que había procedido a la cancelación de mis datos en esta compañía
y no han vuelto a llamarme.
Todo esto os lo explico para
deciros que hay luz después del túnel, que es verdad que es difícil luchar
contra el Spam Telefónico, pero que al final podemos ejercer nuestros derechos
porque la Ley nos
ampara. Así que muchos ánimos y os invito a continuar luchando por nuestros
datos.